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Nuevo informe examina los factores económicos y políticos que enmarcan las elecciones colombianas
Washington, DC — A puertas de la segunda vuelta de las elecciones del domingo en Colombia, un nuevo informe del Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR, por sus siglas en inglés) examina la economía colombiana y cómo el proceso de paz en curso, la violencia política, el narcotráfico y otros delitos –así como los altos niveles de pobreza y desigualdad– pueden estar afectando la intención de los votantes. El informe señala que las altas tasas de pobreza y desigualdad de Colombia pueden ser factores significativos que influyen a que los votantes elijan candidatos presidenciales que se muestran como políticos antisistema.
Colombia presenta niveles de pobreza y desigualdad sustancialmente más altos que la mayor parte de la región, a pesar de que su PIB per cápita se ubica en la mitad de la distribución de los países de América Latina. La desigualdad de ingresos en Colombia es la peor en una región con una de las distribuciones de ingresos más desiguales del mundo, señala el nuevo informe, “Lo que está en juego en las elecciones presidenciales de Colombia: Construir la paz, reducir la pobreza y la desigualdad”, de Guillaume Long, Mark Weisbrot, Francisco Rodríguez y Joe Sammut.
“Considerando los niveles excepcionalmente altos de pobreza, pobreza extrema y desigualdad de Colombia, no sorprende el fuerte apoyo de los votantes al candidato presidencial progresista Gustavo Petro,” dijo Mark Weisbrot, codirector del CEPR y coautor del informe. “La situación de Colombia empeoró mucho con el COVID-19”.
El informe señala que Colombia tenía muchas más personas viviendo en pobreza extrema (5.2 millones) en 2020 que Brasil (3.6 millones), a pesar de que Brasil tiene una población cuatro veces mayor que la de Colombia. Esta disparidad empeoró durante la pandemia y la recesión en 2020.
Además de los severos desafíos económicos que enfrenta la población colombiana, el informe aborda temas de delincuencia, seguridad y violencia política, y de qué manera los candidatos Gustavo Petro y Rodolfo Hernández se posicionan frente a ellos. “El mayor obstáculo para la implementación de los acuerdos de paz de 2016 ha sido la falta de compromiso del gobierno de Duque con su implementación”, señala el informe. “Lo que haga o deje de hacer el gobierno entrante para avanzar en el proceso de paz es, por lo tanto, crucial”.
El informe señala que ambos candidatos prometieron dar un impulso renovado al proceso de paz, pero que Hernández votó en contra de los acuerdos de paz en el plebiscito de 2016. Los autores identifican que es más probable que Hernández se deje influir por facciones alineadas con el expresidente Álvaro Uribe, quien ha sido el opositor más influyente del actual proceso de paz.
Los dos candidatos se presentan como voces críticas del establishment. Petro ha propuesto un sistema universal de salud, una reforma agraria y el fortalecimiento de la educación pública (incluida la educación inicial universal y gratuita, aumentar la matriculación escolar e incrementar el gasto en educación). Hernández, quien es visto como un populista conservador, tiene algunas propuestas reformistas, si bien bastante menos detalladas: ampliar la vivienda rural y la infraestructura, así como la salud y la educación, y aumentar el acceso al agua potable y servicios básicos de saneamiento.
“El problema de Hernández, si es que realmente está comprometido con las reformas sociales, es que casi no tiene aliados en el Congreso y probablemente tendría que depender de los grupos conservadores que favorecen al statu quo tanto en la política económica y social, así como en la paz y seguridad”, dijo Guillaume Long, analista político principal del CEPR y coautor del informe.
“Petro, por el contrario, cuenta con alrededor de una cuarta parte del Congreso, lo que es al menos un buen punto de partida. Y tiene una base política fuerte que busca las reformas progresistas por las que él ha estado abogando, durante muchos años, como diputado, senador y alcalde de Bogotá”.
Esto incluye a los 17 partidos de centro-izquierda que conforman su coalición electoral, el Pacto Histórico, dijo Long, y podría contar con el apoyo de otras organizaciones y movimientos de base como el ala política de la histórica Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC). Este es el grupo indígena más grande y antiguo de Colombia.
Guillaume Long es analista político principal del CEPR. Se formó en historia y tiene un PhD en Política Internacional de la Universidad de Londres (ver su biografía aquí).
Mark Weisbrot es codirector del Centro de Investigación en Economía y Política. Tiene un PhD en economía de la Universidad de Michigan (ver su biografía aquí).
Francisco R. Rodríguez es economista visitante del Centro de Investigación en Economía y Política. Rodríguez es un economista venezolano con una maestría y un PhD en Economía de la Universidad de Harvard (ver su biografía aquí).
Joe Sammut es investigador principal del Centro de Investigación en Economía y Política. Es estudiante de doctorado en la Queen Mary University of London. Cuenta con un MPhil de la Universidad de Oxford y una licenciatura de la London School of Economics (ver su biografía aquí).
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