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Washington, DC — Una delegación de miembros del Congreso de Estados Unidos y su personal llega hoy a Bogotá para una serie de reuniones de alto nivel con el presidente Gustavo Petro, la vicepresidenta Francia Márquez Mina, ministros del Gobierno, senadores y representantes del Congreso y organizaciones de la sociedad civil para conocer los esfuerzos de Colombia para impulsar la transición verde y ofrecer “Paz Total” después de décadas de conflicto civil.
La delegación, que incluye a los representantes Alexandria Ocasio-Cortez (D-NY), Joaquin Castro (D-TX), Nydia Velázquez (D-NY), Greg Casar (D-TX) y Maxwell Frost (D-FL), así como a la jefa de gabinete del senador Bernie Sanders (I-VT), Misty Rebik, viaja a Colombia como parte de una delegación de toda la región patrocinada por el Centro de Investigación en Económica y Política (CEPR, por sus siglas en inglés).
“La política exterior de EE.UU. ha contribuido con demasiada frecuencia a la inestabilidad en América Latina; cuando lo que deberíamos hacer es proteger la democracia, en lugar de apoyar golpes de Estado. Y deberíamos generar paz y prosperidad en todo el hemisferio occidental, en vez de repetir la Guerra Fría”, dijo el congresista Greg Casar. “Ahora es el momento de hablar de nuestra historia, de luchar juntos contra la crisis climática e de invertir en una paz duradera. Es por esto que me uno a esta delegación que viajará a Brasil, Colombia y Chile para reunirnos, escuchar y aprender de nuestros homólogos y trazar un nuevo camino a seguir”.
El itinerario comenzará con una recepción de la Vicepresidenta Francia Márquez Mina para dar la bienvenida a la delegación a Colombia, conocer la lucha de toda la vida de la Vicepresidenta por la justicia medioambiental y su visión del Ministerio de Igualdad y Equidad. El itinerario se cerrará con una recepción del Presidente Gustavo Petro para conocer los principales esfuerzos de su Gobierno para garantizar una transición ecológica veloz y justa en Colombia y en todo el mundo.
Entre estos encuentros, los delegados asistirán a una serie de reuniones de alto nivel para informarse sobre la política de “Paz Total” del Presidente Petro y las negociaciones internacionales para alcanzarla. Esto incluye reuniones con el Alto Comisionado para la Paz y representantes clave del equipo que negocia actualmente con el Ejército de Liberación Nacional (ELN); con el Ministro de Defensa Nacional, Iván Velásquez, para aprender más sobre la visión del Gobierno en la seguridad nacional centrada en la paz; y con el Ministro de Justicia y del Derecho, Néstor Osuna, para conocer el alejamiento del Gobierno de Petro de la “Guerra contra las Drogas” y su transición hacia una política que garantice justicia para las comunidades víctimas del conflicto violento y del crimen organizado.
La delegación continuará con una serie de reuniones sobre la crisis medioambiental y los pasos de Colombia hacia una transición energética justa. Los delegados se reunirán con el Ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, para conocer el innovador modelo colombiano de gestión de los recursos naturales para lograr una economía industrial renovable con fuertes inversiones sociales. Los delegados también escucharán a la Ministra de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, sobre las prioridades de la política medioambiental del Gobierno, incluida la condonación de la deuda para la acción climática, una posible prohibición de la fracturación hidráulica (o “fracking”) y nuevas normativas para proteger a los ecosistemas de la minería. Y los delegados se reunirán con el Proceso de Comunidades Negras (PCN) y la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) para conocer cómo las comunidades que están en primera línea, las más afectadas de todo el país, están defendiendo sus territorios de las industrias extractivas ilegales y de las invasiones violentas.
Por último, la agenda proseguirá con una serie de reuniones importantes sobre el enfoque del Gobierno con respecto a la ampliación de los derechos sociales y económicos. Entre ellas se incluyen políticas tan importantes como el reconocimiento de la sanidad pública y la educación superior como derechos, una reforma agraria integral, pensiones que valoren el trabajo doméstico no remunerado que suelen realizar las mujeres y una reforma laboral que establezca nuevos derechos para gran parte del amplio sector económico informal de Colombia. Los delegados se reunirán con miembros destacados del Congreso que están al frente del programa legislativo del Pacto Histórico, como el presidente de la Cámara de Representantes, el representante David Racero; la Vicepresidenta del Senado, la senadora María José Pizarro; la representante María Fernanda Carrascal; y la senadora Clara López Obregón, entre otros.
El congresista Castro ha señalado que: “Más que con cualquier otra región del mundo, el futuro de Estados Unidos está íntimamente ligado al de nuestros vecinos del Hemisferio Occidental. A medida que nos enfrentamos a retos transnacionales —desde la gestión de la migración hasta la resiliencia climática— hemos llegado a un momento donde hay que adoptar un enfoque regional renovado, que dé prioridad al multilateralismo, al compromiso efectivo y al respeto mutuo.
“Durante gran parte de las últimas siete décadas, Estados Unidos se ha relacionado con el hemisferio occidental desde una mentalidad de la Guerra Fría, priorizando la alineación ideológica por sobre los compromisos compartidos con la democracia y la libertad. Este enfoque ha sido contraproducente y ha obstaculizado nuestra diplomacia, provocando que muchos de nuestros vecinos desconfíen de la participación estadounidense, y socavado los posibles avances en materia de desarrollo, buen gobierno, derechos humanos, entre otros temas. Al mismo tiempo, nuestra reputación se ha visto dañada por políticas migratorias crueles, que perjudican a las personas más vulnerables y contradicen nuestros valores fundacionales. A medida que nos adentramos en el siglo XXI, y nos enfrentamos a retos sin precedentes, espero que los miembros del Congreso trabajemos con nuestros colegas de los países vecinos y hagamos políticas que reflejen las diversas experiencias de nuestras propias comunidades de la diáspora”.
El congresista Joaquín Castro prosigue: “La historia de mi familia en Estados Unidos comenzó cuando mi abuela, Victoria Castro, llegó a Texas siendo una joven huérfana tras la Revolución Mexicana. Sus parientes de San Antonio la criaron en una ciudad marcada por la cultura mexicana, donde los migrantes recién llegados y las familias hispanas tradicionales podían perseguir sus sueños americanos, a pesar de los prejuicios de la época. Hoy, la amplia y diversa diáspora latina forma la columna vertebral de las comunidades desde San Antonio hasta Springfield, Massachusetts, y los inmigrantes que recién llegan, le dan una nueva vida a ciudades industriales de todo el medio oeste. El Congreso debe reconocer y aprovechar la fuerza de las comunidades de inmigrantes de Estados Unidos”.
“Mis prioridades como demócrata de mayor rango de la Subcomisión de Asuntos Exteriores para el Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes son: promover el desarrollo inclusivo y sostenible; ampliar la cooperación económica regional para crear empleos bien remunerados en el país y en el extranjero; promover un enfoque más humano de la migración; fortalecer nuestras relaciones bilaterales y multilaterales, y frenar el tráfico de armas de fuego desde Estados Unidos hacia México, América Central y el Caribe. Estos objetivos se basan en los avances que realicé como presidente de la ‘Subcomisión de Desarrollo Internacional, Organizaciones Internacionales e Impacto Social Corporativo Global’, y estoy muy contento de continuar con muchas de las importantes conversaciones que se iniciaron en mi periodo anterior en el Congreso”.
El director de Política Internacional del CEPR, Alexander Main, dijo: “El año pasado los colombianos eligieron, por primera vez en la historia, a un presidente de izquierdas que se ha comprometido a trazar un nuevo rumbo para Colombia; uno que implica estrategias fundamentalmente diferentes para las política de drogas y de seguridad, y para la relación bilateral con EE.UU., incluso en las áreas de comercio y de seguridad. Esta nueva visión para gobernar Colombia constituye una prueba de fuego para el Gobierno de EE.UU., que durante décadas ha tenido una relación profunda y estratégica con Colombia basada en objetivos ampliamente compartidos y que, muy frecuentemente en el pasado, ha tratado de socavar y apoyar la destitución de gobiernos de izquierda en toda la región. Esta histórica delegación del Congreso de EE.UU. busca promover un nuevo enfoque en las relaciones de EE.UU. con Colombia y la región, pues está priorizando el compromiso y el diálogo a través de su aprendizaje sobre los impactos de las políticas de EE.UU., para así identificar las áreas de potencial colaboración en los urgentes desafíos sociales, ambientales y políticos que ambas naciones enfrentan”.
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