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13 de diciembre, 2011
“Argentina ha gozado del crecimiento económico más rápido del hemisferio occidental durante los últimos nueve años, y unas de las tasas de crecimiento más altas del mundo.”
Para publicación inmediata: 13 de diciembre, 2011
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Washington, D.C. – Tras la abrumadora victoria electoral de Cristina Fernández de Kirchner a la presidencia de Argentina y la inauguración de su segundo mandato, una nueva publicación del Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR) encuentra que la economía en Argentina, junto a los indicadores sociales, han avanzado notablemente desde que el país se negó a pagar su deuda hace casi nueve años. La publicación también señala que la recuperación dramática de Argentina después de la recesión severa entre 1998 y 2002 tiene implicaciones importantes para otros países, específicamente Grecia y otras economías débiles de la eurozona que han estado sobrecargadas con deudas insostenibles.
“Desde que comenzó a recuperarse rápidamente, después de la negación de pago de su deuda en 2002, Argentina ha gozado del crecimiento económico más rápido en el hemisferio occidental durante los últimos nueve años, y unas de las tasas de crecimiento más altas del mundo,” dijo el co-director de CEPR, y autor central de la publicación, Mark Weisbrot. Entre los años 2002 y 2011, incluyendo a las proyecciones del FMI para este fin de año, el PIB real ha crecido por 94 por ciento.
“También ha ocurrido una gran disminución en la pobreza y la desigualdad, al igual que incrementos de empleo de a niveles récord,” señaló Weisbrot. “Es muy claro que la mayoría de Argentinos se han beneficiado enormemente de las políticas económicas del gobierno, y es por eso que Cristina Fernández de Kirchner fue re-electa”. El porcentaje de argentinos bajo las líneas de pobreza y extrema pobreza ha disminuido por más de dos tercios de su punto más alto durante la recesión.
Weisbrot notó que la experiencia de Argentina contradice la idea popular que mantiene que las recesiones causadas por crisis financieras deben necesariamente ser seguidas por un periodo de recuperación lento, doloroso y difícil. Argentina comenzó a crecer sólo un trimestre después del ‘default’, y alcanzó el nivel de PIB que tuvo antes de la recesión después de solamente tres años.
“Fue muy importante que Argentina se negara a pagar la mayoría de su deuda externa y que se haya liberado de las políticas destructivas impuestas por los acreedores y sus aliados institucionales y gubernamentales,” dijo Weisbrot. Él señaló que países como Grecia, al igual que algunos países débiles de la eurozona, deberían ver las políticas exitosas de Argentina como una posible alternativa a años de recesión o estancamiento y alto desempleo.
El informe, “La historia del éxito económico argentino y sus implicaciones,” también muestra que el éxito económico de Argentina no es, como muchos critican, el resultado de un boom de commodities.
La publicación señala que Argentina obtuvo este crecimiento extraordinario a pesar de los desafíos de que una minoría de acreedores se negara a aceptar el acuerdo eventual de restructuración de la deuda en 2005, las subsecuentes acciones por parte de los acreedores y “fondos buitres” y los problemas con préstamos de los mercados financieros internacionales durante los últimos nueve años.
“Esto debería darle algo en que pensar a los que hacen el argumento, como lo hace la prensa financiera, que el seguimiento de políticas económicas que satisfacen a los mercados de bonos e inversionistas internacionales, tanto como la atracción de IED, deberían ser la prioridad política más importante para todos los gobiernos de países en desarrollo, “ dice el informe. “La experiencia de Argentina sugiere que la entrada de capital no es tan esencial como lo que se cree comúnmente. Es más, también sugiere que la política macroeconómica podría jugar un papel más importante de lo que generalmente se reconoce.”
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