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CEPR has been examining economic changes in Bolivia since 2005 when the country broke with the IMF and began to pursue a different set of economic policies.

El CEPR ha estado examinando los cambios económicos en Bolivia desde 2005, cuando el país rompió con el FMI y comenzó a aplicar un conjunto diferente de políticas económicas.

CEPR has been examining economic changes in Bolivia since 2005 when the country broke with the IMF and began to pursue a different set of economic policies.

El CEPR ha estado examinando los cambios económicos en Bolivia desde 2005, cuando el país rompió con el FMI y comenzó a aplicar un conjunto diferente de políticas económicas.

Op-Ed/Commentary

BoliviaAmérica Latina y el Caribe ¿Quién es Carlos Trujillo, quien se rumorea será el próximo Secretario de Estado Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental?
El diario Miami Herald y otros medios han sugerido que Carlos Trujillo, un cubanoamericano que se desempeñó como embajador ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) en la primera administración de Trump, pronto podría ser nominado para “Subsecretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental o un puesto similar”, junto con el senador Marco Rubio como Secretario de Estado, en la nueva administración de Trump. Esto debería preocupar a cualquieraque apoye la soberanía y la autodeterminación de los países de América Latina y el Caribe, y que se oponga a las diversas intervenciones de Estados Unidos y sus medidas  de cambio de régimenen la región. Trujillo no sólo es un ferviente partidario de letales sanciones económicas contra países como Cuba, sino que también habría jugado un papel clave al proporcionar y reafirmar el pretexto para el golpe de Estado de 2019 en Bolivia. Trujillo promovió falsas denuncias de fraude electoral a favor de Evo Morales en las elecciones de 2019, a pesar de la falta de pruebas y la desacreditación de estas afirmaciones por parte de The New York Times, profesores de las universidades de Tulane y de Pensilvania, investigadores del Laboratorio de Datos y Ciencias Electorales del MIT (y su publicación en en línea del Washington Post), 133 economistas y estadísticos, un estudio de un estadístico de la Universidad de Michigan y varios informes del CEPR. Pero, como informó el diario Los Angeles Times, “Carlos Trujillo, el embajador de Estados Unidos ante la OEA, había incitado al equipo de monitoreo electoral que denunciara un fraude generalizado, y presionó para que la administración Trump apoyara la destitución de Morales”. Apenas unos días después de que enfadados opositores de Morales atacaran las casas y los familiares de Morales y de miembros de su gabinete, incendiaran las oficinas del tribunal electoral y humillaran y arrastraran por las calles a una alcaldesa del MAS —y apenas dos días después de que Morales se viera obligado a dimitir y huir— Trujillo elogió las acciones de estas turbas en un discurso en la OEA. “Saludamos el coraje y la fuerza del pueblo boliviano que protestó contra un gobierno que intentaba robar una elección”, dijo Trujillo, antes de elogiar también a la policía y al ejército por sus acciones; la policía se había amotinado y los militares habían presionado a Morales para que dimitiera. La OEA, que recibe alrededor del 60 por ciento de su presupuesto del gobierno estadounidense, perpetuó agresivamente la narrativa del fraude electoral, comenzando el día después de la votación. Como informó The New York Times, esto “alimentó una cadena de acontecimientos que cambiaron la historia de la nación sudamericana. La oposición aprovechó la afirmación para intensificar las protestas, reunir apoyo internacional y expulsar a Morales del poder con apoyo militar semanas después”. El Secretario General de la OEA, Luis Almagro, incluso defendió el violento golpe —que fue seguido en breve por una sucesión de masacres de opositores indígenas al golpe— tuiteando que el “verdadero golpe” había sido llevado a cabo por la campaña de Morales. Almagro también atacó al diario The New York Times por su informe que desacreditó la narrativa del fraude electoral. Como embajador ante la OEA, Trujillo apoyó a otros líderes antidemocráticos, entre ellos el asesinado presidente haitiano de derecha Jovenel Moïse; el no electo y brevemente autoproclamado “presidente” de Venezuela, Juan Guaidó; y el hondureño Juan Orlando Hernández, quien ahora cumple una condena de 45 años de prisión en Estados Unidos por cargos de tráfico de drogas y armas. Trujillo también es un “halcón” intransigente en materia de inmigración que, según él ha señalado, podría ser el foco de la política hacia América Latina de la próxima administración Trump. Como informó The New Yorker el mes pasado: Trujillo había patrocinado un proyecto de ley para convertir en delito grave el reingreso al estado de Florida de inmigrantes deportados, y apoyó un proyecto de ley patrocinado por otro legislador estatal republicano que habría permitido al gobernador utilizar el ejército para mantener a ciertos inmigrantes fuera del Estado. (Ninguno de los proyectos se convirtió en ley, y más tarde Trujillo se distanció de una versión revisada del proyecto que era más amplia de lo que él pretendía.) Según se informa, Trujillo terminó trabajando para la primera administración Trump debido, al menos en parte, a los impulsos de Rubio y Susan Wiles, copresidenta de la campaña de Trump para 2024 y operadora política para Florida, a quien Trump escogió ahora como jefa de gabinete en su nueva administración. La nominación de Rubio como próximo secretario de Estado es ahora oficial, a pesar del rechazo de algunos en el entorno de Trump. El periodista independiente Ken Klippenstein ha publicado un dossier sobre Rubio, supuestamente compilado por la campaña de Trump y obtenido por un hacker iraní que lo filtró a los medios. Klippenstein informa que numerosos pasajes del dossier detallan áreas en las que las posiciones neoconservadoras de Rubio difieren con las de Trump, incluido el apoyo de Rubio al ahora muerto Acuerdo Transpacífico y otros acuerdos de “libre comercio”, a la Guerra de Irak y a una OTAN robusta. Klippenstein también indica que el dossier señala varias críticas que Rubio había hecho contra Trump desde 2016, incluida la sugerencia de Rubio de que Putin había interferido en las elecciones de 2016 en apoyo de Trump. El diario Miami Herald señala que con la nominación de Rubio, los principales funcionarios de la administración Trump encargados de la política hacia América Latina probablemente serán defensores firmes de sanciones económicas y otras medidas de cambio de régimen contra los gobiernos de izquierda en la región, especialmente Venezuela y Nicaragua, así como Cuba. Cuba enfrenta actualmente una crisis humanitaria y económica, con informes que aseveran que algunos cubanos hambrientos están recurriendo a beber agua azucarada para subsistir, y la isla ha sufrido varios importantes cortes de energía en los últimos meses luego de los huracanes. Como ha demostrado el CEPR en múltiples informes, las sanciones económicas unilaterales de Estados Unidos contra países como Cuba se dirigen a la población civil como una forma de castigo colectivo, lo que provoca miles de muertes en exceso, enfermedades y hambre. También son ilegales según el derecho internacional. Y numerosos académicos, creadores de políticas y funcionarios actuales y anteriores del gobierno estadounidense han señalado que las sanciones estadounidenses a Cuba y Venezuela han impulsado la emigración, contribuyendo irónicamente a una ola de inmigración que Trump ha identificado como una de sus principales prioridadesy que ha prometido enfrentar con la deportación de unos 11 millones o más de personas.

Dan Beeton / 14 Noviembre 2024

Op-Ed/Commentary

BoliviaAmérica Latina y el CaribeOrganización de los Estados AmericanosEl Mundo Las Violaciones Eticas de Almagro en la OEA son la “punta de un iceberg grande y mortal”
Washington, DC — Un nuevo reportaje del Associated Press, que proporciona evidencia adicional de las violaciones éticas cometidas por el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, es solo la “punta de un iceberg grande y mortal,” dijo Mark Weisbrot, Co-Director del Centro de Investigación en Economía y Política. “Lamentablemente esta no es la única, ni la más grave, de las violaciones a las reglas de la OEA que han ocurrido bajo la dirección de Almagro. Su papel, y el de los observadores electorales de la OEA en el golpe militar de 2019 en Bolivia, ha sido bien documentado,” dijo Weisbrot. “Irónicamente, la OEA tiene el mandato de proteger la democracia en el hemisferio, pero los estados miembros la ven cada vez más como un ejemplo de lo que sucede cuando se derrumba el estado de derecho.” Durante más de tres años, miembros del Congreso de los Estados Unidos han estado exigiendo respuestas de la OEA, incluyendo el propio Almagro, sobre su papel en el golpe de 2019. Pero la OEA se ha negado a responder. Una de las preguntas más sencillas que la OEA se ha negado a contestar es también la más condenatoria. Tras las elecciones de 2019, que fueron observadas oficialmente por la OEA, tanto la organización como el propio Almagro emitieron cinco informes y declaraciones, incluyendo una auditoría preliminar, que acusó al gobierno de haber robado las elecciones mediante fraude. La acusación se basó en que la ventaja del presidente Evo Morales en el conteo de votos aumentó durante el último 16 por ciento de los votos contados. Es común que cambios de este tipo ocurran a medida que se cuenten los votos de diferentes partes de un electorado con variaciones demográficas o políticas. Es un fenómeno que los estadísticos entienden bien así como la mayoría de las personas que han seguido la transmisión de resultados electorales por televisión. Sin embargo, en los cinco informes y declaraciones de Almagro y la OEA difundidos después de las elecciones bolivianas, nunca se mencionó esta posibilidad. Los miembros del Congreso preguntaron repetidamente si los observadores de la OEA habían pensado en esta posibilidad. Siguen esperando una respuesta tras reiterados interrogatorios durante más de tres años. “Almagro y sus observadores electorales no pueden responder a esta pregunta porque no hay una respuesta veraz que no implicaría a la OEA y Almagro en una operación similar a las acusaciones de fraude electoral del ex presidente Trump, durante las elecciones estadounidenses de 2020,” dijo Weisbrot. “Como en el caso de Trump y sus seguidores insurrectos, ahora se sabe bien que no hubo evidencia de que las elecciones bolivianas del 2019 fueron robadas. Pero la OEA permitió que los insurrectos bolivianos lograran anular los resultados.” Como informó el New York Times, el análisis "erróneo" de la OEA inmediatamente después de las elecciones alimentó "una cadena de eventos que cambió la historia de la nación sudamericana." El golpe respaldado por Trump, y que la OEA ayudó a provocar, fue liderado por otro movimiento de supremacía de la raza blanca, el cual instaló un gobierno que cometió masacres de manifestantes indígenas, como los que documentó el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes). También derrocó al primer presidente indígena – elegido democráticamente – de Bolivia, un país que tiene el mayor porcentaje de personas indígenas en las Américas.

Mark Weisbrot / 09 Marzo 2023

Op-Ed/Commentary

Bolivia Comunicado sobre el conflicto politico en Bolivia
El Center for Economic and Policy Research (CEPR) basado en Washington DC observa con preocupación que sectores de la oposición liderados por el Gobernador de Santa Cruz, Fernando Camacho, y articulados alrededor del Comité Cívico de Santa Cruz y la Unión Juvenil Cruceñista siguen recurriendo al argumento falaz de que las elecciones de 2019 Bolivia fueron fraudulentas. Investigadores del CEPR, al igual que otros expertos del Instituto Tecnológico de Massachusetts, la Universidad de Pennsylvania y la Universidad de Tulane, y la Universidad de Michigan, y otros más reportados por The New York Times, realizaron análisis estadísticos de los resultados de las elecciones de Bolivia en 2019 y concluyeron que la OEA no tenía evidencia para sustentar sus acusaciones de que un fraude había afectado el resultado electoral. Más de 130 economistas y estadísticos llegaron a la misma conclusión y las acciones de la OEA han sido denunciadas por 29 miembros del Congreso de los Estados Unidos. Sorprende, asimismo, que varios dirigentes de oposición recurran ahora al argumento de la desactualización del censo de población para restar credibilidad a las elecciones bolivianas de 2020 y al sistema electoral boliviano de modo más general, además de vehicular de forma implícita y explícita ideas racistas sobre la realidad demográfica boliviana. Es importante recalcar que esta insistencia sobre el carácter fraudulento de las elecciones de 2019 y los intentos de deslegitimar las elecciones de 2020 y de modo más general las sucesivas victorias del MAS, a más de buscar justificar actitudes golpistas y antidemocráticas asumidas por el gobernador Camacho, entre otros, en el pasado, minan la confianza de las y los bolivianos en las instituciones electorales del Estado Plurinacional de Bolivia y debilitan la democracia en este país. El CEPR hace un llamado al Gobierno y a las diferentes fuerzas políticas y sociales de Bolivia para que se consolide una instancia de diálogo para procesar las diferencias surgidas del actual conflicto político en el país y para que los actores políticos encuentren una solución técnica para la realización del censo de población. Los actores políticos deben deponer cualquier tipo de provocación y de llamado a la confrontación.

/ 08 13:31:00 Noviembre 2022

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